4 de cada 10 personas que contraen esta enfermedad fallecen
Hermosillo, Sonora.- Todas las personas de cualquier localidad del estado pueden padecer Rickettsia, especialmente en las zonas urbanas y grupos que viven en condiciones de pobre saneamiento e higiene, donde es más común que se presenten complicaciones y resultados fatales, informó Gerardo Álvarez Hernández.
El director general de Promoción a la Salud y Prevención de Enfermedades de la Secretaría de Salud explicó que el comienzo de la primavera es una época crítica, ya que tras el periodo de ayuno invernal de las garrapatas, en su mordedura hay mayor concentración de la bacteria en su saliva, lo que se asocia a cuadros de mayor severidad.
Aunque es un padecimiento potencialmente fatal, enfatizó que puede curarse si el antibiótico específico, la doxiciclina, se administra dentro de los tres primeros días de iniciados los síntomas, que incluye la presencia de fiebre, dolor de cabeza y malestar general, con el antecedente de historia de contacto con garrapatas.
“Haber tenido convivencia con perros, viviendas y patios con piso o paredes de tierra, patios con maleza y perros que deambulan libremente, es suficiente para sospechar de la enfermedad, por lo que se debe acudir al médico de inmediato e indicar que se sospecha de la infección”, indicó.
Álvarez Hernández agregó que de acuerdo al Panorama Epidemiológico de la Secretaría de Salud, se tiene el registro de que 4 de cada 10 personas que presentan el padecimiento, lamentablemente fallecen, de ahí la importancia de acudir tempranamente al médico ante la sospecha.
El funcionario estatal resaltó que una tarea preventiva fundamental es la tenencia responsable de perros, que consiste en llevar a las mascotas al veterinario, bañarlos, evitar que se infesten por garrapatas, así como limitar su libre deambulación por la calle y patios de otros vecinos.
Por último, precisó que si los menores juegan con perros, es recomendable revisar cuidadosamente el cuerpo de los niños en busca de garrapatas y si se encuentran, se deben retirar cuidadosamente con pinzas, sin aplastarlas o quemarlas.
