Ciudad de México.- Con todo y que tenía síntomas y sospechas de haber estado en contacto con personal contagiado, al médico Jesús Ricardo Ríos Rivera le negaron dos veces hacerse la prueba de coronavirus en el Hospital General de Atizapán, su centro de trabajo.
Hasta que el director del nosocomio se enteró de la situación se la aplicaron, resultó positivo, pero ya no hubo margen de maniobra… el médico falleció a los 50 años de edad.
Ivonne Santana Olguín, su esposa, sólo pudo ver a distancia la bolsa con el cadáver rumbo al crematorio.»Hay una doctora de otro turno, la verdad ella tiene más síntomas que tú. Y como no hay tantas pruebas, pues yo preferiría primero que se la hagan a la doctora que a ti», le dijo la epidemióloga encargada de las valoraciones.
Jesús Ricardo, padre de dos hijos, era pediatra y laboraba desde hacía 3 años en el nosocomio mexiquense que opera el sistema de salud del Gobierno estatal.
Aunque no era parte del equipo de atención Covid-19, tuvo contacto con un grupo de residentes que recibieron a un paciente que a la prueba resultó positivo para el nuevo virus.
Con ellos también hubo resistencia, pero al final los estudiantes consiguieron que se les aplicaran las pruebas. No fue el caso de Jesús, quien hasta a la tercera petición se la realizaron.
El miércoles 8 de abril le notificaron el resultado: positivo para coronavirus. El decaimiento anímico fue inmediato. También comenzó la fiebre. Dos días después, ya con complicaciones para respirar, ingresó muy delicado al Hospital 1 de Octubre del ISSSTE, donde falleció.
«No es fácil para ellos trabajar a veces con ciertas situaciones, ciertas emociones, pero, de verdad, que se sensibilicen un poquito ante los mismos compañeros», pide Ivonne.
Con información de: Agencia Reforma