Argentina.- En la noche del miércoles, un grupo de vecinos del barrio argentino Congreso, de Córdoba Capital, marcharon pidiendo justicia por la muerte de Silvia Apaza, de 31 años quien fue asesinada con un disparo en la cabeza cuando se dirigía a trabajar, informó el medio local Todo Noticias.
Apaza estaba casada con Ricardo Adán Calizaya, con quien tenía una hija de tres años y un bebé de un año. Según informó la propia policía, a primera hora del miércoles la joven estaba por tomar el bus para ir su lugar de trabajo en el Instituto Modelo de Cardiología, uno de los centros de salud más importantes de la capital provincial. Allí fue interceptada por dos personas que le robaron un suéter y el permiso para circular, y luego le dispararon a sangre fría en la cabeza.
De inmediato los vecinos llamaron a un servicio de emergencia que arribó rápido al lugar y encontró a la mujer aún viva. Sin embargo los esfuerzos fueron infructuosos y Apaza murió poco después a causa de la gravedad de la herida. A su lado tenía su teléfono celular, descartado por los delincuentes.
Exigen justicia
Tras el crimen, vecinos del barrio salieron a reclamar mayor presencia policial y seguridad en el lugar.
«Nada nos consuela, estamos desesperados ante esta situación. Hay robos todos los días, vivimos encerrados y vemos un solo móvil para toda la zona sur el cual no da abasto», señalaron los vecinos quienes pidieron “más seguridad para que no los maten”.
Ricardo, pareja de Silvia Apaza dialogó con la prensa y manifestó que “aún no cae” respecto a lo que pasó. Además pidió justicia por su mujer y aseguró que su gran preocupación es contener a los tres hijos del matrimonio en esta situación tan dolorosa. El hombre comentó también que hace un año Silvia ya había vivido una situación similar cuando esperaba el bus que la llevara a su lugar de trabajo.
La causa está siendo investigada y hasta el momento no hubo novedades al respecto.
Con información de: Periódico El Zócalo