Ciudad de México.- Al hombre que la atacó sexualmente le olía mal la boca, lo cual se quedó grabado en la mente de Silvana, pues la obligó a besarlo.
También recuerda que era de tez blanca, alto, delgado, de nariz ancha y orejas grandes, y que vestía un pantalón de mezclilla y una sudadera.
Alrededor de las 6:00 horas, cuando ella estaba esperando el transporte público sobre la Avenida Alto Lerma, a la altura del andador Moctezuma, en la Colonia Corpus Christi, en la Delegación Álvaro Obregón, vio a un sujeto que caminaba en su dirección.
Sin tomarle importancia, relató Silvana, pasó a su costado y al tenerla de espaldas, la agarró por detrás, la amenazó con un cuchillo que puso en su cuello y la obligó a bajar las escaleras del andador hasta un lugar oscuro.
«Camínale, mi reina», recordó ella la orden.
La mujer, de 35 años, le dijo que le daba su bolsa, pero que no le hiciera nada. El agresor la ignoró, le comenzó a tocar los pechos, se bajó los pantalones, incluso le mordió los pezones y le metió los dedos en la vagina, narró ella, entre lágrimas.
El arma punzocortante le dejó el cuello marcado y heridas en las manos de que intentó alejarlo de su cuerpo.
Ante el temor a que le enterrara el cuchillo, Silvana le expresó que estaba dispuesta a hacer lo que quisiera, pero que no la lastimara y hasta le tocó el miembro.
«Te la voy a me.. toda…», contó como la violentó verbalmente el agresor.
De repente se encendieron las luces de una vivienda cercana, lo que hizo que el hombre detuviera su ataque. «Ni se te ocurra hacer una pendejada, que ya sé donde vives», relató Silvana la advertencia.
Se llevó su bolsa, le dijo que «estaba bien rica» y que iba a volver por ella. La obligó a regresar a Alto Lerma y cuando ella se dio cuenta, el atacante ya había escapado corriendo en dirección opuesta.
Al recobrar la sensación de seguridad acudió con sus familiares, quienes la acompañaron con el médico para que curara sus lesiones y a la Fiscalía de Álvaro Obregón para denunciar.
Con información de El Debate