Guaymas, Sonora.- Abraham García Coronado, la víctima del segundo ataque ejecutado por un comando armado en este puerto, poco después del mediodía, vio truncada su carrera dentro del Departamento de Tránsito Municipal, corporación en la que prestó su servicio durante 25 años y siempre mostró responsabilidad en este encomienda del servicio público.
Contaba con 50 años de edad, en fecha reciente había alcanzado el grado de policía tercero y por siempre estuvo comisionado en diversos cruceros de la ciudad para la vigilancia vial.
En la colonia Termoeléctrica vivió su infancia, hasta que decidió formar una familia y estuvo residiendo por algunos años en el fraccionamiento Misión del Sol, en la zona Sur de la ciudad, hasta que en los últimos años habitó un departamento situado en la calle 15 y avenida 6 de esta ciudad.
El oficial Abraham García Coronado fue por siempre un hombre entregado al servicio, cordial en su trato, pero firme en la aplicación de la ley en lo general y en especial de la Ley de Tránsito del estado de Sonora.
Por su forma sencilla de conducirse se supo ganar el aprecio de sus compañeros de trabajo, sus jefes y de los ciudadanos que llegaron a conocerlo; por siempre se negó a portar arma de fuego, por que consideraba que para su trabajo se requería un buen diálogo para hacer valer la ley y la autoridad que representaba.
La balas asesinas terminaron con su existencia justo cuando cumplía con su deber y cuando marcó el alto al comando armado que iba en huida tras haber acribillado a elementos de la Policía Municipal cuadras atrás sobre la avenida Serdán; la respuesta fue una lluvia de disparos que le quitaron la vida en el crucero donde estaba comisionado.
