Caborca, Sonora.- Como si se tratara de alguna película de la historia de un hombre, que un día sale de casa a pasear con su mascota y ya no regresa, sino hasta diez años después, es un caso real, un hecho en la vida de José Carmelo López Mendívil y su “Cuchupeta”, una pequeña perrita que por siempre lo ha acompañado en sus aventuras.
En el 2010 José Carmelo – quien desde pequeño gustaba salirse por días de casa e irse a otros municipios – salió de su vivienda en Puerto Libertad, municipio de Pitiquito, Sonora.
Pasaron los días y como no regresaba, sus familiares comenzaron a buscarlo, hasta que acumuló semanas, meses y años, cuenta Beatriz Adriana Martínez Mendívil.
Pero el pasado 3 de julio una sobrina vio la publicación de búsqueda de José Carmelo en Instagram, y le pareció curioso porque aparecía con la “Cuchupeta”, vagando por calles de Hermosillo.
Con comentarios de la gente se supo del rumbo donde se la llevaba y así Beatriz Adriana y su esposo viajaron a la capital de Sonora, batallaron bastante, hasta que lo encontraron en el cruce de Xólotl y Manuel J. Clouthier
Entre abrazos por el gusto de verlo otra vez, hubo que convencerlo de que regresara a casa, ahora en Caborca, a donde se cambiaron desde hace años.
José Carmelo lo dudó, pero dijo que ya estaba cansado de andar vagando; todavía enfrentaron un obstáculo más, cuando, la empresa de autobuses en la que viajarían a Caborca no lo dejaba subir con su perrita “Cuchupeta” y el hombre se negaba a viajar sin ella.
Finalmente la metieron a una caja de cartón y la mascota viajó en el equipaje de la unidad.
Carmelo ya tiene sus años acumulados y las huellas la vagancia; su familia teme que de nuevo vaya a agarrar camino a la aventura una vez más; también a “Cuchupeta” se le ve cansada, ya va para 13 años de edad.
¡¡¡Bienvenido a casa, José Carmelo!!!